Esta semana comienza la semana mundial de la lactancia, que va del 1 al 7 de agosto y se celebra en todo el mundo. Este año el tema elegido es el apoyo a la lactancia "Breastfeeding support: Close to mother". Podéis leer más en la página web aquí.
Efectivamente el apoyo que recibe la madre que quiere dar el pecho es fundamental. Especialmente en los primeros días y las primeras semanas, en las que todo son dudas, y miedos. Estás cansada, no duermes, puedes tener los pezones agrietados, un niño llorón con cólicos... Para que la lactancia funcione no sólo la madre tiene que tener la voluntad de amamantar, su entorno también tiene que tener la voluntad de que ese niño sea amamantado. Pero el apoyo sigue siendo fundamental durante toda la lactancia y para todas las madres, no sólo las primerizas.
Ese apoyo comienza con el personal sanitario, que tiene que hacer todo lo posible para intervenir mínimamente en el parto y dejar que la naturaleza siga su camino, que la madre esté con su hijo y que pueda tenerlo cerca y amamantarlo lo antes posible y de forma continuada. Y que también sigue más allá del parto. Los pediatras y los médicos de familia tienen que tener amor y respeto por la lactancia y ayudar a las madres a superar sus problemas y no poner obstáculos a la lactancia con malos consejos. Los médicos de familia deben buscar tratamientos en las madres lactantes que no entren en conflicto con su lactancia siempre que esto sea posible (que suele ser siempre! Excepto IVH, Hepatitis C, cáncer y 2 ó 3 cosas más). Además deberíamos tener acceso a IBCLCs (Consultoras de lactancia certificadas por un comité internacional) de manera fácil para consultar cualquier problema específico que tengamos.
Pero el apoyo también tiene que estar muy presente en nuestra familia, nuestros amigos, nuestro entorno social. Que las madres oigan mensajes positivos sobre su lactancia y nada de "ese niño se está quedando con hambre", "tu leche no alimenta", "si ya tiene dientes, cómo le sigues dando teta", "te está usando de chupete, eso es vicio". También es importante acudir, incluso desde antes del nacimiento, a un grupo de apoyo de lactancia. Es apoyo de madre a madre es fundamental y en estos grupos encuentras a madres que aman la lactancia, y que han seguido dando el pecho superando los problemas que se han encontrado por el camino. Es una oportunidad de aprender de la experiencia buena o mala de otras madres y de compartir tus dudas de forma abierta.
Así que esta semana toca apoyar la lactancia! Y para eso estamos organizando un evento en Miami el 3 de agosto, como parte del evento mundial The Big Latch On para batir en récord de madres amamantando simultáneamente en todo el mundo!! Ya os contaré como nos ha ido pero os animo a buscar el mismo evento en vuestra ciudad y apuntaos con vuestro bebé de pecho!! Por ahora sólo hay 2 eventos organizados en España y los 2 en Cádiz, pero estáis a tiempo de organizar vosotras uno en vuestra ciudad!
martes, 30 de julio de 2013
lunes, 29 de julio de 2013
Así come más, papillas
Desde que
nuestro hijo comenzó con la alimentación complementaria hemos querido enseñarle a comer. Antes del año la leche debe ser su principal alimento y con la
lactancia a demanda estábamos seguros de que alimentado iba a estar. Además
nuestro bebé es un bebé de pecho bien criado! Es decir con sus redondeces y roscas
en brazos y piernas... pero de tronco estilizado! Así que a ojos de abuelas, tías,
vecinas y cajeras de súper es evidente que no le falta comida;)
Mi bebé de pecho comiendo arroz integral con espinacas y guisantes. Y mostrando lorzas en los brazos!
Le dejamos
que pruebe y experimente con la comida, textura, trozos, también algunas cosas
más blanditas y purés (al final nosotros también tomamos cremas de verduras…).
Pero en general nuestra filosofía es más bien de BLW (baby led weaning) que de patrones como "papilla de frutas a las 5 y papilla de pollo con verduras a la 1". Nos ha ido muy bien y come en cantidad y calidad, casi todo lo que le ofrecemos. Tiene sus favoritos y cosas que son que no y es que no!
Pero en general nuestra filosofía es más bien de BLW (baby led weaning) que de patrones como "papilla de frutas a las 5 y papilla de pollo con verduras a la 1". Nos ha ido muy bien y come en cantidad y calidad, casi todo lo que le ofrecemos. Tiene sus favoritos y cosas que son que no y es que no!
Sin embargo vayamos donde vayamos tenemos que oír opiniones sobre cómo come nuestro hijo.
La mayoría van encaminadas a los atragantamientos… Pero hoy quiero hablaros de
la segunda más frecuente: “dale papillas y triturados, así come más!”. Y esto
es algo que me choca muchísimo! ¿Acaso comer más es un bien en si mismo? Pues yo creo
que no. Quizá comer más sea bueno cuando hay lucha por los recursos, pero este
no es el caso de la sociedad donde, afortunadamente, nos ha tocado vivir. Quizá
comer más sea bueno cuando el niño esté por debajo de su peso, famélico, acabe de salir de una enfermedad... Es decir, sólo para momentos puntuales. Pero tampoco es el
caso de nuestro hijo. Puedo entender que comer más puede ser bueno para la
madre si tienes prisa por destetarlo y quieres que vaya comiendo más comida y
menos teta.
Pero lo de
cebar a los bebés porque sí, porque "comer mucho es bueno" no va
conmigo ni es algo que quiera enseñarle a mi hijo. Prefiero que aprenda a
comer lo justo, lo que necesita para no pasar hambre y estar sano y activo. Que
confíe en su apetito para comer a saciedad. No que se ponga reventón cada vez
que se siente a comer y después se pase la mitad de su vida a dieta.
Si le
ofrecemos comida al niño varias veces al día, en una variedad suficiente para
que pueda comer cosas sanas y que le gusten, tenemos que confiar en que comerá lo
que necesita. Y si además está sano, es evidente que come lo necesario. Por
lo tanto no hace falta darle papillas para que así coma más cantidad.
¿Cómo habéis
introducido vosotras los sólidos?
viernes, 19 de julio de 2013
Los primeros pasos
Mi bebé ya
anda!! Con 10 meses y medio se ha soltado a andar. Pero le ha costado 1 mes de
probar, de miedo a soltar el dedito y a separarse de la mesa. Varias de semanas
de poder dar 2 ó 3 pasos solito, si y sólo si el final de trayecto eran los
brazos de su madre. Y más que 3 pasos era un salto al vacío, o a la red de
seguridad de saber que tu madre te salvará de cualquier caída. Casi siempre los
2 últimos pasos, era de caída libre, con los ojos cerrados y todo!
Pero es muy
distinto ver a tu hijo aventurarse a tirarse a tus brazos desde una distancia
prudencial a verlo cómo se suelta de donde tú estás, y calculando bien el
riesgo se marcha hacia nuevos territorios (la mesa de café, que está a 10
pasos), se marcha lejos de ti, sin tu ayuda, sin tu dedito, sin que tú estés
cerca por si se cae. Ahí va el tío con sus brazos levantados a explorar un
mundo nuevo, en el que no hace falta que mamá esta pegado a él.
Y a mí se me revuelven las tripas, me da un vuelco el corazón! Es algo muy emocionante de
ver. No se puede comparar con la primera sonrisa, o la primera palabra, o con
el primer plátano. Los primeros pasos, esos que da para separarse de ti te
emocionan y te asustan a partes iguales. Verlo alejarse va en contra de todo lo
que has hecho con tu hijo hasta ahora. Tenerlo cerca, portearlo, abrazarlo,
darle el pecho. Si te has separado de él ha sido dejándolo seguro en los brazos
de otra persona, en la cuna, en el carrito, en la hamaca, en la mantita o
incluso en el suelo del cuarto de juegos. Pero al verlo andar como un pato tu
instinto te llama a salvarlo, a ayudarlo! Pero tu razón lo deja libre, que se
caiga y explore, y te invade la emoción y el orgullo de madre. Ya me lo
advirtió la abuela del bebé “cuando tú diste tus primeros pasos al llegar a la
mesa miraste para atrás, con ojos de ‘a partir de ahora yo puedo sola’, y no
has parado de alejarte nunca”. Pero yo creo que eso está más en los ojos de la
madre que en los del hijo. Se nos revuelve el instinto con la razón.
Los
primeros pasos nos han costado más de un mes de regresión al pecho, en las
siestas y por la noche. Ya lo había leído, pero no pensé que fuera a ser tan
intenso!!! En mi libro de crianza natural y con apego (Attachment Parenting de
Katie Allison Granju) ya leí que aprender a andar es una separación fuerte para
el hijo que se da cuenta de que puede volar sin la madre y cambia la dinámica
de la lactancia. Necesita más el confort y la seguridad del pecho porque es un
hito del desarrollo de los grandes.
En nuestro
caso a significado que hemos vuelto a 5 o 6 tomas nocturnas (si, durante un
mes…) cada noche… Y ahora me explicáis como se sobrevive a esto si no es
colechando. Y ya habíamos llegado a un equilibrio perfecto y feliz de sólo 2
tomas, una cuando yo me iba a la cama y otra en mitad de la noche, en el que
llebabamos instalados varios meses. También hubo regresión en las siestas, que
en lugar de ser felizmente en la cuna tenían que ser encima mío, o en la cama
conmigo. Si lo ponía en la cuna a los 20 minutos ya estaba pidiendo más brazos,
más pecho o más contacto. Ha sido un mes bastante duro, pero todo ha vuelto a
la normalidad una vez que se ha soltado a andar. Incluso alguna noche solo ha
hecho 1 toma nocturna. Y puede dormir siestas de 2 horas en su cuna de nuevo
sin ningún problema!
Y aunque ha
sido duro para mí por el agotamiento y a veces la frustración de pensar que
habíamos perdido el trabajo conseguido con la rutina, el colecho, el responder siempre a sus necesidades y no dejarlo llorar... Más duro
ha sido para mi hijo que además de aprender a andar en 1 mes (seguro que coordinar
tantas cosas al tiempo es complicado), ha tenido que superar sus miedos a las
caídas y a los coscorrones en la cabeza y ha tenido que procesar que se puede
separar de su madre y que existe un mundo para explorar en el que no está ella.
Menos mal que tengo la teta para ayudarlo a digerir todo eso!
Y tú? En qué momentos has visto regresiones en
tu bebé de pecho?
jueves, 11 de julio de 2013
Maternidad de la A a la Z – Pellejo
Sí has
acertado, me estoy refiriendo a “ese” pellejo.
Antes de
ser madre tenía claro que nunca tendría un varón, lo mío era tener niñas. Pero
cuando me dijeron que tenía un varón con sus cositas propias de su género en mi
barriga tuve que empezar a pensar en qué iba a hacer con ese pellejo extra.
Especialmente en EEUU que hacen la circuncisión casi de manera rutinaria. Y más
aún cuando tanto mi ginecólogo como mi pediatra son judíos.
La verdad
es que aunque no me lo había planteado nunca tenía bastante claro que ese
pellejo sobra. No es estético y no es higiénico. Toda la vida oyendo que hay
más infecciones, más transmisión de papiloma-virus, en general más porquería…
Pero cuando
llega en momento de la verdad (es decir en mitad del embarazo, que yo las cosas
las pienso mucho) me puse a investigar qué era lo mejor para mi
hijo. Miré algún artículo, un par de páginas en internet e incluso algún blog.
Y la cosa estaba clara clarísima. Ese pellejo no se toca! El argumento que me
dejó convencida del todo es que no aporta ningún beneficio médico. No hay
razones médicas para recomendar la circuncisión, sólo estará justificada desde
el punto de vista religioso o social. Así que no voy a poner a mi hijo en un
riesgo injustificado (Si, riesgo, más de 100 niños mueren al año por culpa de
la circuncisión, te parecerán pocos, pero no quiero comprar papeletas, gracias…)
que seguro le va a aportar dolor.
Además
después de pasar 10 días de infierno en la UCIN y en pediatría, con 9 vías
centrales distintas que le tuvieron que poner a mi hijo, una punción lumbar,
incontables pinchazos en el talón, para ver cómo estaba la glucosa (si quieres
saber más, aquí)… No me puedo ni imaginar hacerle pasar por un proceso
quirúrgico innecesario para amputar un pellejo. Así que después de ser madre mi
visión sobre ese pellejo cambió totalmente!
miércoles, 3 de julio de 2013
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